Paulina Torres ofrece una interpretación limpia y sin excesos del famoso Curruchá, joropo culto y coral casi por antonomasia, cuyos autores son nada menos que los Maestros Juan Bautista Plaza y Vicente Emilio Sojo
Te invito a disfrutar y compartir esta excelente versión. Escuchar el entrañable timbre de Paulina es verdaderamente placentero
“Soy libre
soy dueña
y quiero querer“
Chayita del Vidalero
Paulina Torres ofrece una interpretación limpia y sin excesos del famoso Curruchá, joropo culto y coral casi por antonomasia, cuyos autores son nada menos que los Maestros Juan Bautista Plaza y Vicente Emilio Sojo, y que ha sido interpretado incluso por Philippe Jaroussky y L’ Arpeggiata.
El prístino Curruchá de Paulina contiene varias verdades. Su excelente dicción y fraseo nos permite como nunca disfrutar de la letra del joropo, no del todo fiel, fonema a fonema.
Tal vez por percibir que es asumido erróneamente como un trabalenguas popular dentro de la música venezolana, Paulina despeja todos los prejuicios interpretativos y su pulso y sentido de la oportunidad crean una versión del Curruchá única dentro de las interpretaciones hechas por cantantes no venezolanos, al punto de poder afirmarse que no hay diferencias notables entre el manejo del lenguaje rítmico venezolano suyo y el de cualquier otro de nuestros mejores cantantes. No puede soslayarse un dato así cuando nos referimos a una música popular como la venezolana, saturada de texto.
Un arreglo arriesgado para la interpretación en vivo, sincopado y con excelente lectura del ritmo armónico complementa esta excelente versión del Curruchá.
Otros temas como el Pajarillo Verde han tenido igual resonancia entre los músicos argentinos. Deseamos la misma suerte a la interpretación de Paulina, quien es libre, dueña y sin duda quiere querernos cuando selecciona y ejecuta una pieza tan venezolana como el Curruchá, palabra, por cierto, que creemos resume la onomatopeya del cuatro, la de la mano derecha, la que «echa a volar ansias que pida la zurda», en el decir de Arvelo Torrealba.
Escuchar el entrañable timbre de Paulina es verdaderamente placentero. Sus versiones de la Chayita del Vidalero y las Coplas de la Luna llena también pueden dar fe de ello.
Hermoso su trayecto musical «por la cintura cósmica del sur». Lo compartimos, con la mano derecha.
Letras:
A mi negra la quiero y la quiero
Mas que a la cotiza que llevo en el pie,
A mi negra la quiero y la quiero
Mas que a la tinaja cuando tengo sed,
A mi negra la quiero y la quiero
Mas que mi chinchorro que me hace soñar,
Mas que el penco alazán que coleando
En el pueblo mil veces me ha hecho ganar
Cuando baila mi negra un joropo
El amor zapatea por dentro de mi,
Al compás de puntera y talón
Y al compás de la quirpa sin fin,
Cuanta gracia al menear la cadera
Ay mi negra que me hace perder la razón.
Curruchá cuanta gracia al menear la cadera
Ay mi negra que me hace perder la razón.
Si a mi negra la miro a los ojos
Se pone mas roja que el paraguatán,
Cuya flor es incendio del bosque,
Corazón de abeja, licor de panal.
Si me rozo con ella en el baile
Me sube al cogoyo un inmenso calor,
Pues mi negra es trapiche y hornalla
Que enciende en cenizas mi leño de amor.
Curruchá – Paulina Torres
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