RUIDO JUBILOSO, MÚSICA, TEATRO Y VIDEOS
Galardonada con dos primeros lugares en el Concorso Internazionale di Canto Lírico, Barroco y Clásico “L’Opera Rinata” de Torino, Italia, Ximena es la columna vertebral de Cirque Parallel, una hermandad itinerante de actores, artistas visuales, diseñadores, escultores, escritores y músicos que fundó en 2011 con la idea de proponer nuevas formas de hacer conciertos de música clásica y teatro. La Tempestad y su primer CD, Joyful Noise, se erigen emblemáticamente como hitos de una incipiente y exitosa carrera.
Pocas veces tiene uno el privilegio de encontrarse con artistas que abrazan a las bellas artes con la pasión que posee Ximena Borges. Finalizando 2013, ofreció un concierto acompañada sólo de un “looper” para construir, in situ, temas tradicionales del repertorio navideño de las Américas y Europa bautizando así su primer CD, Joyful Noise. Su performance incluyó videos y al escritor/poeta Willy McKey†, quien recitó una de sus composiciones al tiempo que Ximena construía secuencias. Meses antes, había estado con su padre presentando La Tempestad en el Teatro Chacao. Ambas obras fueron muy bien acogidas por la crítica y provocaron una reacción inmediata en los medios.
Hija del célebre artista plástico Jacobo Borges y la escultora Diana Carvallo, ha sido natural que la joven soprano caraqueña haya crecido en un ambiente idóneo para llegar a ser quien es en la actualidad. Su vida se ha desarrollado entre museos y artistas de diversas corrientes y lugares del mundo. Viajó, violín en mano, por diferentes países durante su infancia y poco después de haber empezado a estudiar piano decidió acoger el bel canto con Bill Schuman en el Manhattan School of Music en Nueva York y con Isabel Palacios en Caracas. Formó parte de los Programas de Jóvenes Cantantes del Teatro Stabile di Torino, el Festival de Carmoor de Nueva York y el Festival de Montreal con el Maestro Kent Nagano. También SommerAkademie Mozarteum Salzburg con Barbara Bonney y Anna Tomowa-Sintow, Accademia di Santa Cecilia Opera Studio con Renata Scotto.
Ximena, ¿Cómo logras equilibrar tus actividades? Es difícil, sobretodo por el modo como se han desarrollado las cosas. Estas actividades están estrechamente vinculadas, el canto lírico, los proyectos multidisciplinarios y finalmente las cosas que puedo hacer sola, como ha sido el concierto de Joyful Noise. Creo que lo importante es borrar una etiqueta que me encasille. Un caso ejemplar es Sting, quien con el paso del tiempo se ha ganado el respeto y aprecio del público. Lo que hace, simplemente es él, Sting. Sea jazz, rock, pop o lo que sea, él tiene una identidad que supera esas etiquetas. Allí es donde quiero estar.
Joyful Noise representa una propuesta única que puede considerase como un hito en el país. ¿Qué planteamiento tienes en mente actualmente? Realmente lo estoy imaginando. Cuando hice Joyful Noise confieso que no lo había imaginado como una presentación en vivo. Fue a sugerencia de mi novio, quien es artista visual, que comencé a ver el proyecto en vivo como una realidad palpable.
El concierto trajo a mi memoria a Laurie Anderson. ¿Ha influído ella en tu trabajo y a partir de esa influencia surgió la idea? Quería empezar por ahí. Laurie ha sido una influencia importante en mi estilo. Me interesa mucho la textura del sonido y el sonido en sí como a ella, pero insisto en que mi mayor deseo es no ser encasillada. Amo la música pero también quiero desarrollarme en otras áreas artísticas. Hoy es Joyful Noise, mañana será otra cosa. Conocí a Laurie Anderson cuando era niña y vivía en New York, ella era nuestra vecina y fue a darnos la bienvenida con una flor. Sin embargo, este proyecto surgió realmente cuando mi novio me regaló un viejo “looper” al que llamo el “monstrico” y a partir de allí comencé a experimentar.
¿Puedes explicar como funciona “el monstrico”? Bueno, tengo dos. Existen diferencias importantes entre ese primer looper y el que tengo ahora. El primero, obviamente es más limitado porque me permite hacer sólo un track. El que tengo ahora me da la posibilidad de hacer varios loops por separado y luego montarlos.
Durante el concierto llamó mi atención la sincronía entre el tema “Año viejo” y el collage de imágenes de películas famosas donde el baile era la constante. Fue divertido, ¿Cómo lograste eso? No hubo un planteamiento como tal, más bien lo intenté con algunas imágenes y el resto quedó como pudiste verlo. Fue si se quiere, muy natural.
¿Crees que eso responda a un área no estudiada que se desarrolla en esos misterios matemáticos, tal vez un fractal audiovisual?
Tal vez. Puede que sea así, no se. Tal vez.
¿Qué aspecto de tu carrera inquieta tu atención?
Yo quiero desarrollarme en varios niveles que van más allá del simple eclecticismo, deseando que el público tenga la oportunidad de conocer un trabajo donde se concilien diversas expresiones artísticas. Sin embargo, me inquieta quedarme estancada allí.
Los puristas de la ópera no suelen ser proclives al canto popular y duramente critican a quien lo hace. Joyful Noise es sin duda una provocación, ¿Cierto?
Totalmente. Es lo que suele suceder cuando tienes una formación académica y de pronto irrumpes en lo popular. Realmente no es que me preocupe pero cuando vienes del canto lírico es lo que pasa. Sin embargo, a veces siento que algunos amigos no me dicen enteramente lo que piensan.
¿Cómo se involucró Gonzalo Grau en este proyecto?
Gonzalo es el productor musical de Joyful Noise. Yo estaba grabando y él estaba en la computadora cuando me ofreció arreglar algunos temas. Gonzalo es un músico excepcional.
Retomando el aspecto operático nuevamente y para finalizar, ¿Se corren riesgos serios desde el punto de vista técnico cuando vas de lo lírico a lo popular?
Andrea Bocelli, Luciano Pavarotti y Monserrat Caballé son ejemplos.
Desde que me inicié en el canto lírico noté que los cantantes de ópera tienen dos opciones: una de ellas es tener una carrera larga cuidando mucho la voz, lo que implica escoger un repertorio adecuado sin tomar mayores riesgos que sacrifiquen a la voz, interpretando siempre las mismas óperas y manteniéndose así durante toda la vida. Alfredo Kraus es un ejemplo. Por otro lado están los cantantes que arriesgan su voz con un repertorio que exige sacrificios. Llevas tu voz al límite. Este segundo grupo tiene una carrera más corta.
Resides en New York y tus planteamientos ciertamente son vanguardistas. ¿Qué representa el arte sonoro en tu vida artística?
Representa un aspecto muy importante. En toda actividad que desarrollo existe un espacio sonoro al cual le doy preponderancia, sobre todo porque en estos tiempos todo es más tendiente a lo visual. Yo quiero que en mi obra sea el sonido el que predomine. Creo que la gente oye lo que ve, pero la intención de mi trabajo es que el espectador tome conciencia del aspecto sonoro de la obra.
XIMENA BORGES
Agradecimiento público para nuestro amigo Leonardo Bigott y www.revistaladosis.com Cultura Musical. Gracias por compartir esta excelente entrevista
La «Entrevista» fue realizada en mayo de 2013 por nuestro amigo Leonardo Bigott. Periodista musical desde 1988. Ha escrito en Letras, Premio Nacional de Periodismo, Business Venezuela, Revista Ladosis. Director y productor musical para WSSU 91.3 FM en USA y La Emisora Cultural de Caracas 97.7 FM y desde 2008 para la reconocida revista musical Ladosis Cultura Musical.
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